
Recuerdo tener que resolver la fachada de casa desde el color puesto que lo edilicio quedaría para cuando nos pusiéramos de acuerdo.
Me mandé con el rojo, blanco y marrón africano sin mucho quorum pero con el tiempo gustó.
Este comentario viene apropósito de sentirse un poco limitado con las posibilidades y lo bien que uno hace cuando lleva a cabo las cosas que desde el instinto presiente.
Cuando pinté la casa sentí la misma emoción de tener que hacer un mural. Con la desventaja que se trataba de una casa de familia... Quién iba a pensar en esos tres colores! Hace tres años que con algunos comentarios los visitamtes nos elogian mi "locura".
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